Aprender a escuchar tus emociones
- drsanabria
- 15 oct
- 1 Min. de lectura
Durante mucho tiempo creí que las emociones eran algo que debía controlar, gestionar, silenciar o apartar cuando resultaban incómodas. Como muchos, pensaba que la fortaleza consistía en mantener la calma y seguir adelante, sin importar lo que pasara por dentro.
Pero las emociones no son enemigas. Son mensajes, señales de que algo en nosotros necesita atención, cuidado o cambio. Ignorarlas no las hace desaparecer; solo hace que más adelante se expresen con más fuerza.
Empecé a entenderlo en algunos de los momentos más difíciles de mi vida. Cuando los planes se desmoronaban, cuando la incertidumbre resultaba insoportable o cuando tenía que volver a empezar. En esos momentos, la lógica no bastaba. Tenía que aprender a escuchar, de verdad, lo que mis emociones intentaban decirme.
El miedo susurraba: “Ten cuidado.”La rabia decía: “Algo no está bien.”La tristeza me invitaba a frenar y soltar.Y a veces, la alegría me recordaba: “Estás justo donde debes estar.”
Cuando dejamos de luchar contra nuestras emociones y les damos espacio, empezamos a comprendernos mejor. Dejamos de reaccionar de forma automática y empezamos a responder con claridad. Escuchar no significa dejarnos dominar por lo que sentimos, sino permitir que las emociones nos orienten sin que nos controlen.
La conciencia emocional no es una debilidad, es una fortaleza. Nos ayuda a tomar decisiones más sabias, a construir relaciones más sanas y a reconectar con lo que realmente importa.
No tienes que enfrentarte solo a tus emociones. Eres tú quien debe escucharlas, pero puedo caminar contigo mientras aprendes cómo hacerlo.
En mis sesiones, ayudo a las personas a transformar la confusión emocional en comprensión, y la comprensión en equilibrio y cambio.
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